Hoy hemos ido a investigar un curioso caso de asesinato en un poblado de la región (el Kivu sur).
A grandes trazos, el caso era el siguiente: según parece uno de los lugareños mató a otro (pastor de cabras para más señas) como venganza por la muerte de su madre, que éste segundo le provocó con magia negra -con la ayuda del hechizero del lugar.
Creo que ha sido el interrogatorio más surrealista de mi vida.
Escenario: una choza de paja y barro con banda sonora de cabras balando al fondo y con la insistente participación de dos faisanes empeñados en saltar sobre nuestras cabezas. Enfrente de nosotros el sospechoso, flanqueado por dos soldados armados que se partían de risa (aún no sé muy bien por qué) cada vez que él intentaba relatar los hechos.
Al final no hemos esclarecido gran cosa, sólo que según él mató a su vecino pastor de cabras porqué el hechizero le dijo que el espíritu de su madre le había dicho que lo hiciera o iba a matarlo también a él tal como había hecho con ella hacía unos días. O sea que a la mínima que el pastor de cabras se distrajo arrancando unas cebollas, nuestro hombre se le acercó sigilosamente por la espalda y le cortó el cuello de un hachazo. Acto seguido cavó un hoyo allí mismo y lo enterró sin demasiado maña, dejando el brazo del muerto a la vista entre un montoncito de tierra con lo que el crimen se descubrió enseguida.
"¿Eres consciente de que lo que has hecho es un crimen?", le hemos preguntado al final.
"Sí, y doy gracias a Dios por haberlo hecho", ha contestado él.
Al salir de la choza los niños del poblado nos han señalado con el dedo con gran excitación llamándonos blancos, blancos, mientras nos alejábamos campo a través tranquilamente, sorteando unas gallinas que corrían como locas para evitar acabar en la olla de una vecina.
sábado, junio 11, 2005
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4 comentarios:
De todas las historias que he leído en los blogs, esta es la más surrealista. ¿Es real, real, real? Buf. Trágica.
¿y de qué se reian los soldados?
¿y tú de qué trabajas?
Cuantas preguntas sin respuesta...
Si, real de verdad aunque parezca increible. Y los soldados no se de que se reian, porque nuestro traductor a veces dejaba de traducir diciendo que "paso de largo las chorradas"...
Me han dicho que los niños por allí pueden pasar días jugando con una botella de plástico vacía, porque antes no han visto ninguna en su vida.
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